y sólo era un electricista
El siniestro asesinato del jóven electricista brasileño Jean Charles de Menezes de 27 años en la ciudad de Londres durante la semana pasada, producto de la paranoía que vive el mundo occidental en general y en especial Inglaterra en estos momentos, me hace cuestionar los métodos de "seguridad" de Estado. No dejo de atemorizarme al pensar que cientos de jóvenes en su mayoría se precipitan en las calles de Europa y EE. UU. con la única culpa de ser portadores de un fenotipo sujeto a discriminación y temor. Tal hecho: los cinco balazos en la cabeza, se presenta como un desquiciamiento del gobierno y de las instituciones britanicas, como es el caso la policía y otros organismos de seguridad. Ante tal equivocación, un "lo siento" no basta, ya que bajo esa lógica se podrían justificar una serie mayor de asesinatos similares en nombre de la paz, seguridad interna.
El enemigo es el extranjero, inmigrante oscuro, de piel cobriza, costumbres diferentes, musulmán, "fanatico religioso", una estigmatización irracional. No dejo de pensar en aquellos seres que desconocen por completo la esencia del Islam, como una de las religiones más masivas, pacíficas y tolerantes que se han expandido por el mundo.
Jamás se ha pretendido justificar el asesinato, menos el terrorismo, menos de Estado en aras de la paz, Dios u otra ideología; si no me creen, cuestiónense sobre la acción de las cruzadas católicas en Medio Oriente o la "evangelización" de América por los europeos, o la acción de los mismos ingleses ocupando Irlanda, Escocia, India, Egipto, entre tantos; porque si esa fuera la regularidad no estaría todo occidente cuestionando las acciones de la ETA, IRA o los grupos que portan la bandera de liberación de Palestina.
¿Qué vendrá, más muertos inocentes con rasgos árabes, no occidentales? A pesar de mis serías intenciones de viajar a Londres en un futuro, me cuestionaré si vale la pena morir con unos balazos en la cabeza tirado en el metro. Y sólo me quedará conformarme con vivir en la calle Londres en donde por lo menos puedo caminar tranquilo.
El enemigo es el extranjero, inmigrante oscuro, de piel cobriza, costumbres diferentes, musulmán, "fanatico religioso", una estigmatización irracional. No dejo de pensar en aquellos seres que desconocen por completo la esencia del Islam, como una de las religiones más masivas, pacíficas y tolerantes que se han expandido por el mundo.
Jamás se ha pretendido justificar el asesinato, menos el terrorismo, menos de Estado en aras de la paz, Dios u otra ideología; si no me creen, cuestiónense sobre la acción de las cruzadas católicas en Medio Oriente o la "evangelización" de América por los europeos, o la acción de los mismos ingleses ocupando Irlanda, Escocia, India, Egipto, entre tantos; porque si esa fuera la regularidad no estaría todo occidente cuestionando las acciones de la ETA, IRA o los grupos que portan la bandera de liberación de Palestina.
¿Qué vendrá, más muertos inocentes con rasgos árabes, no occidentales? A pesar de mis serías intenciones de viajar a Londres en un futuro, me cuestionaré si vale la pena morir con unos balazos en la cabeza tirado en el metro. Y sólo me quedará conformarme con vivir en la calle Londres en donde por lo menos puedo caminar tranquilo.
1 Comments:
Bien dicho en tu blog!
Ayer hubo unos bombazos en el metro y los autobuses de Londres. Como en Irak, Bali, Estados Unidos y Madrid, la gente inocente pagó los platos rotos de las luchas vulgares por dinero de Bush, Blair, Aznar y otros delincuentes más. Pero no solo estos asesinos, y los asesinos de Al Qaida son los que buscan sacar un tajo del dolor ajeno. No, también lo hacen las cadenas de televisión, en lo general, y los "periodistas" y "comunicadores" en particular.
Nada mas ocurridos los bombazos y toda la caterva de "comunicadores y periodistas" se sintió "muy triste". Toda esa indignación, que sin duda causa un acto criminal como este, pierde toda validez y se convierte en falso cuando uno observa que, los 40, 100, 200, muertos por bombazos en Irak no forman parte de ningún titular, ni de ningún comentario de "mucha tristeza" entre los "comunicadores y periodistas". Pero no solo de "mucha tristeza" fueron los comentarios de los "periodistas y comunicadores" sino también de racismo. En Radio Fórmula, uno de deportes (no el hijo de Ángel Fernández, ni Carlos Albert, sino el otro que sale ahí) se atrevió a decir que "los árabes toda la vida se la viven peleando", demostrando una ignorancia de verdad sorprendente.
¿Qué buscan obtener estos "periodistas" mostrándose "muy tristes" en la televisión y la radio? ¿Que uno diga "que bárbaro, que comentario tan profundo..." o "mira, que persona tan sensible y humana"? Humano y sensible sería analizar el asunto y motivar que los demás tuviéramos herramientas para reflexionar sobre el mundo que vivimos... pero claro... eso no creo que se pueda encontrar en la mayoría de los medios mexicanos (salvo notables excepciones). Por ello, aquí transcribimos lo que periodistas y comunicadores de otro estilo menos "sensible" ha analizado y reflexionado en favor del lector y la tolerancia, y no, como los "periodistas" que ya sabemos de nuestra radio y televisión:
Robert Fisk del diario inglés "The Independent"
" Es fácil para Blair tachar de "bárbaros" los atentados del jueves. Claro que lo son, pero ¿no lo fueron también las muertes de civiles durante la invasión angloestadunidense de Irak en 2003, los niños destrozados por las bombas de racimo, los innumerables iraquíes inocentes muertos a tiros en los puestos de control del ejército estadounidense? Cuando ellos mueren, se trata trata sólo de "daño colateral". Cuando los muertos somos "nosotros", se trata de "terrorismo bárbaro"...
... Recuerdo haber cruzado el Atlántico el 11 de septiembre de 2001. Mi avión tuvo que dar la vuelta al salir de Irlanda cuando Estados Unidos cerró su espacio aéreo. A la tripulación se le ordenó recorrer las cabinas del aparato para identificar pasajeros sospechosos, y me pidieron ayuda para hacerlo. Encontré cerca de una docena de hombres, totalmente inocentes, de ojos cafés y larga barba que me miraban con "hostilidad". De esta forma, en unos cuantos segundos, Osama Bin Laden convirtió al amable, liberal y amistoso Robert en un racista antiárabe.
En parte, ése es el objetivo de los atentados del jueves: dividir a los británicos musulmanes de los no musulmanes (mejor no hablemos de cristianos), y alimentar el mismo tipo de racismo que Tony Blair dice detestar."
Editorial de La Jornada, del 8 de julio
" La solidaridad con las víctimas inocentes y el repudio de los cruentos atentados ocurridos en la mañana de ayer, en Londres, mientras en Escocia se reunían los líderes de los países más poderosos del mundo, no deben ocultar el hecho de que la tragedia ocurrió en el contexto de una guerra en la que Gran Bretaña fue involucrada de manera injustificada, torpe y criminal por su actual primer ministro, Tony Blair...
... Las escenas de destrucción, pánico y muerte que vivió la capital británica la mañana de ayer son cosa de todos los días en la Bagdad ocupada y martirizada, por más que el etnocentrismo de los medios internacionales se escandalice sólo con las primeras y haya convertido a las segundas en nota de rutina. Es escandaloso, en efecto, que una treintena de muertos iraquíes ocupen la centésima parte de los espacios noticiosos que se prodigan ahora para cubrir los saldos trágicos de los atentados en Londres..."
El viernes pasado, los "periodistas" y "comunicadores" de la televisión y radio mexicanas (salvo notables excepciones que son muy pocas) se desgarraban las vestiduras por los atentados en Londres. Se decían "muy tristes" y "extremadamente consternados". Esta hipocresía se comprobó hoy: pese a que ayer, como apuntan sitios de Internet y periódicos de otras partes del mundo, Irak sufrió un atentado en el que murieron más de 50 personas, hoy, ningún periódico, salvo la jornada, dio en sus 8 columnas tal hecho. Es más, algunos diarios ni siquiera lo mencionan, como El Universal, para quien, la primer boda gay en España resultó más importante. Tampoco el periódico Reforma y ya ni hablar de las televisoras o estaciones de radio. Pese a la crueldad del atentado en Irak, ningún periodista, ni los de deportes, ni los de espectáculos y mucho menos los de política, dijo sentirse "consternado". Es más, ni la iglesia, el Papa o sus voceros se indignaron. Ni hablar, 51 muertos iraquíes no son lo mismo que 51 muertos ingleses. Una muestra más del racismo y la hipocresía de nuestros "destacados" "periodistas" y "comunicadores".
http://marcocar.diariogratis.com/blog/3057
http://marcocar.blogspot.com/
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