martes, agosto 02, 2005

la caza de brujas


Se me viene a la memoria a Arthur Miller escribiendo la novela que conocemos con el título español de "Las Brujas de Salem" -Crucible, es su título original- y que fue llevada al cine con el mismo nombre por Nicholas Hyter en 1997, con la excelente intepretación de los actores Daniel Day-Lewis y Winona Ryder. El libro está basado en un hecho de la vida real, ocurrido en el EE. UU. de los años cincuenta -plena Guerra Fría-, período que se llama McCarthismo y que debe su nombre al Senador estadounidense Joseph McCarthy, y que consistió en una "caza de brujas" sensacionalista e histérica contra el comunismo.
Los enemigos dentro del primer contexto son los personajes que tienen algún tipo de pacto o relación con el diablo y que practican brujería, a los cuales hay que castigar para mantener el orden de la comunidad.
En el segundo contexto, los enemigos son todos aquellos que tienen algún tipo de contacto -real o no- con los rojos, no los diablos por cierto, pero si los agentes corrosivos, subversivos, revolucionarios que alteran la "perfecta" forma de pensar y de vivir -capitalismo caníbal- de los estadounidenses, ante lo cual la labor del Congreso es la de delatarlos y castigarlos.
La analogía es siniestra, pero grafica el aparente temor de un grupo establecido -cristianos y demócratas- por la aparición de elementos ajenos, extraños. El eje central en ambos contextos es el mismo: las acusaciones injustas, paranoícas, generadas por intereses egoístas -amor, tierras, poder, dinero, etc.- y que generan toda una suerte de persecución y alteración colectiva.
El modelo que nos entrega Miller es aplicable a muchas escenas similares, pasadas y fururas; tal es el caso de los grupos árabes hoy en día -la caza de brujas actual- y me quiero referir a un asunto particular: a saber, la persecución de los musulmanes en los países en que se han radicado, huyendo por ejemplo de la ocupación de Palestina por parte del sionismo y la persecución "petrolera" llevada a cabo en las ciudades de Irak. Tal persecución obedece, a un "fobos" antiguo y resaltado por los medios de información como CNN, en donde muestran las acciones terroristas aisladas; sí, aisladas en comparación con el terrorismo que lleva a cabo EE. UU. en Irak regularmente desde el años 2003 y que se considera como un efecto marginal como consecuencia de la liberación de un país que se encuentra en manos de tiranos -que tienen petroleo-. Cuando los árabes matan, lo llaman terrorismo; cuando EE. UU. y sus aliados los hacen, lo llaman con su eufemismo típico: daño colateral.
Por qué las cadenas informativas no destacan los miles de muertos que van hasta la fecha en Irak? Porque ascienden a cerca de 30.000 personas creo, es una cifra alta para señalarla en "los medios"; en vez de eso tratan de destacar otros hechos esporádicos que conmocionan al mundo. Cuál mundo? El 30% de la población mundial es occidental, ese mundo? Viva el mundo!!! Sin comentarios.
La próxima vez me enfocaré en las corrientes televisivas provenientes de Venezuela -y lo presento como una opción- tal vez es más sano.