salud y alegría en la amazonía

Durante la semana pasada -los días 10 y 11- tuve la grata posibilidad de ser invitado a la Feria de Proyectos de Innovación Social organizado por la CEPAL en Santiago de Chile. En dicha feria, se exponían y concursaban los 20 proyectos finalistas de Latinoamérica en innovación social. Todos son muy interesantes; pero dos me enamoraron, ambos eran realizados en la amazonía y tenían como eje central la salud y la interculturidad: Salud Sin Límites, y Salud y Alegría. En esta ocasión me gustaría describir el segundo.
El Proyecto de Salud y Alegría (PSA), es realizado desde 1987 por un equipo interdiscilplinar -médicos, agrónomos, comunicadores, artistas y educadores- pertenecientes a la ONG CEAPS (Centro de Estudios Avanzados de Promoción Social y Ambiental), que visita regularmente las comunidades rurales de los ríos Tapajós y Arapiuns en la selva amazónica, cubriendo un entorno de 20 mil habitantes. PSA realiza programas de Organización y Gestión Comunitaria, Salud, Producción Agroforestal, Educación y Cultura, Género, Comunicación Popular, Infraestructura Comunitaria. Además, eL PSA capacita líderes locales para que sean multiplicadores de acciones -monitores- para promover el desarrollo local y la defensa del medio ambiente -la floresta-. "El arte, el juego y la comunicación son las principales herramientas de educación, participación y movilzación" dicen los de PSA; acciones realizadas a través de la presentación del Gran Circo Mocorongo de Salud y Alegría, y en donde participa el equipo multidisciplinario ejerciendo las tareas de payasos, animadores, músicos. Desplazándose entre las comunidades ribereñas en el barco de Salud y Alegría, navegan con alegría y salud trabajando en las localidades y creando la Red Mocoronga de comunicación popular donde los valores locales son rescatados y difundidos por la propia comunidad.
La labor social que realiza PSA es inmensa en medio de la gigantez de la Amazonía, es un trabajo ardúo pero gratificante, un ejemplo a seguir en diferentes localidades apartadas y excluídas por y del sistema.
Durante los días que duró la Feria, conversé con el Vice-coordinador General del PSA: Caetano, un tipo de persona que falta en este mundo egoísta, me contagió de alegría, de esperanzas, conoce y ama su trabajo -como decimos en Chile: "tiene clara la película". Me contó parte de su experiencia, vivía en la gran ciudad y como decía él: "sobrevivía" -debo interpretar que estaba enajenado por las exigencias del mundo urbano-; entonces fué a trabajar a la Amazonía por algunos meses y se quedó...17 años. Guau!!!
Salí de la Feria con más bríos, con una nueva esperanza -diría Mafalda-, hay personas que VIVEN, que pueden salir de su carpa para jugarse por más de un instante por los demás, por un proyecto popular, alternativo, que fortalezca las bases "debilitadas" que poseen gran resistencia.
Gracias PSA. Nos veremos en la Amazonía en Santarém en un par de años!!!

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