viernes, agosto 12, 2005

nuestro norte es el sur


Con este juego de palabras comenzó, el 24 de Julio pasado desde Caracas, la transmición oficial de la cadena televisiva Telesur: www.telesurtv.net. Señalado como un medio independiente que viene a contrastar el monopolio que ejercen las cadenas estadounidenses y europeas, y su información sesgada de la realidad -sobre todo de Oriente-. Telesur plantea una verdadera alternativa comunicacional, en que se pretende ver reflejada la multicultural realidad latinoámericana, principalmente enfocada en las ricas raíces de los pueblos que la componen. Además, responde en parte a un sueño unificador: el sueño bolivariano -reflejado en tantos otros personajes posteriores que dieron su vida por esa causa, pienso en Ernesto Che Guevara- que buscaba unir nuestro continente bajo un techo común.
Telesur cuenta con un extenso y rico Consejo Asesor, el cual representa lo más diverso del pensamiento no sólo latinoaméricano; sino, de otros países como: Pakistán, Bélgica, Italia. Ellos tendrán la misión de formular nuevas posiciones sinónimas de nuestra realidad.
Desde el punto de vista social, Telesur pretende realizar una práctica de resistencia; esto es, la forma en que las minorías no dirigentes latinoámericanas -grupos étnicos, posiciones políticas divergentes de izquierda, en definitiva: movimientos sociales en su mayoría relegados históricamente a un segundo plano en el acontecer americanista- plantean un explícito rechazo al control de los grupos dominantes -carteles informativos y económicos- del norte que influyen en la parrilla programática del resto de los países. Los "pobres" países latinoámericanos, expoliados históricamente por intereses extranjeros, levantan su voz para contar su historia, una historia que no han contado -ni contarán- las clases dominantes.
Espero a que en un período cercano se extienda su transmición a mi abandonado y privatizado Chile.

martes, agosto 02, 2005

la caza de brujas


Se me viene a la memoria a Arthur Miller escribiendo la novela que conocemos con el título español de "Las Brujas de Salem" -Crucible, es su título original- y que fue llevada al cine con el mismo nombre por Nicholas Hyter en 1997, con la excelente intepretación de los actores Daniel Day-Lewis y Winona Ryder. El libro está basado en un hecho de la vida real, ocurrido en el EE. UU. de los años cincuenta -plena Guerra Fría-, período que se llama McCarthismo y que debe su nombre al Senador estadounidense Joseph McCarthy, y que consistió en una "caza de brujas" sensacionalista e histérica contra el comunismo.
Los enemigos dentro del primer contexto son los personajes que tienen algún tipo de pacto o relación con el diablo y que practican brujería, a los cuales hay que castigar para mantener el orden de la comunidad.
En el segundo contexto, los enemigos son todos aquellos que tienen algún tipo de contacto -real o no- con los rojos, no los diablos por cierto, pero si los agentes corrosivos, subversivos, revolucionarios que alteran la "perfecta" forma de pensar y de vivir -capitalismo caníbal- de los estadounidenses, ante lo cual la labor del Congreso es la de delatarlos y castigarlos.
La analogía es siniestra, pero grafica el aparente temor de un grupo establecido -cristianos y demócratas- por la aparición de elementos ajenos, extraños. El eje central en ambos contextos es el mismo: las acusaciones injustas, paranoícas, generadas por intereses egoístas -amor, tierras, poder, dinero, etc.- y que generan toda una suerte de persecución y alteración colectiva.
El modelo que nos entrega Miller es aplicable a muchas escenas similares, pasadas y fururas; tal es el caso de los grupos árabes hoy en día -la caza de brujas actual- y me quiero referir a un asunto particular: a saber, la persecución de los musulmanes en los países en que se han radicado, huyendo por ejemplo de la ocupación de Palestina por parte del sionismo y la persecución "petrolera" llevada a cabo en las ciudades de Irak. Tal persecución obedece, a un "fobos" antiguo y resaltado por los medios de información como CNN, en donde muestran las acciones terroristas aisladas; sí, aisladas en comparación con el terrorismo que lleva a cabo EE. UU. en Irak regularmente desde el años 2003 y que se considera como un efecto marginal como consecuencia de la liberación de un país que se encuentra en manos de tiranos -que tienen petroleo-. Cuando los árabes matan, lo llaman terrorismo; cuando EE. UU. y sus aliados los hacen, lo llaman con su eufemismo típico: daño colateral.
Por qué las cadenas informativas no destacan los miles de muertos que van hasta la fecha en Irak? Porque ascienden a cerca de 30.000 personas creo, es una cifra alta para señalarla en "los medios"; en vez de eso tratan de destacar otros hechos esporádicos que conmocionan al mundo. Cuál mundo? El 30% de la población mundial es occidental, ese mundo? Viva el mundo!!! Sin comentarios.
La próxima vez me enfocaré en las corrientes televisivas provenientes de Venezuela -y lo presento como una opción- tal vez es más sano.